lunes, 26 de abril de 2004

Congreso

Hace exáctamente una semana estaba comiendome uno huevos perícos con mi hermano y disponiendome a ir al terminal para partir hacia Medellin (primero Manizales, luego Medellin)
Durante una semana fui tragado por un 'triángulo de las bermudas' inscrito entre la Universidad de Antioquia, el Poblado y el Pueblito Paisa.


Esta mañana me desperté, abrí los ojos y pareciera que ese tiempo no hubiera sido más que un sueño.
Desde el principio este viaje anunciaba ciertos cambios interiores. Desde las imágenes fantasmagóricas formadas por la luz del colectivo que se reflejaba en la neblina y se proyectaba sobre la carretera, las cercas y el verde de las plantas, que me hizo pensar en que cada viaje a un sitio desconocido(no conocia Medellin), no es más que un viaje al interior de uno mismo para encontrar quién sabe que cosas que uno no puede ver por que la rutina lo ciega, mientras veia esas luces pensaba en cuantos kilometros hacian falta por recorrer para terminar de conocerse, supongo que son muchos, de ida y de vuelta, hacer la cuenta en realidad no importa...
Medellin me recibió con su vestido gris, y debo confesar que al montarme al metro y pasar por industriales, con sus edificios grises y sombrios traidos de otra época, no podía dejar de pensar que me encontraba en otra parte, montado en el metro de New York, paseando por Quens [Aunque a algunos les parezca grosera la comparación] (sensación que se confirmó mientras caminaba con Angelique por Parque Berrio y los locales de comercio que se aglutinaban tras las lineas del metro me recordaron la calle Roosevelt).

Del Congreso que puedo decir... fué 'toda una experiencia', tuve la oportunidad de estar en varias de las conferencias (casi todas) y todo lo visto ayudó a terminar de forjar varias ideas que tenía en la cabeza, con respecto al software libre, el hacer empresa, nuestra labor social, y el papel que por nuestra 'educación' estamos obligados a jugar en la sociedad.
Me guston mucho las ponencias de Maddog, Pablo Michelazzo, M. Branco y Federico Mena. El primero, como ya lo notó Arhuaco, hizo notar las contradicciones de la educación universitaria que estamos recibiendo, el segundo y su cuento de la inclusión digital y su ejemplo de los telecentros, mostró como se puede transformar la sociedad a partir de la tecnología; el tercero me hizo ver los aspectos políticos del software libre (que quieralo o no estan ahí, mientras yo escribo esto en quanta) y el último lo que se puede lograr con dedicación, ganas y pocas horas de sueño.
Me impresionó la cantidad de gente interesada en el tema del Software Libre en Colombia, había gente de todas partes, Chocó, Pasto, Cartagena, Cauca, etc. y hasta vino un señor de Perú!. Todos ellos con esperanzas y sueños puestas en esta nueva forma de construir mundo. Cómo le decía a Anguelique, no podia dejar de sentirme un bicho raro. Yo que me he interesado tangencialmente por el tema y que no tengo ningún compromiso con la 'causa', me sentí impactado, que más puedo decir, que hay mucho trabajo por hacer, y que espero sacar ganas de donde no tengo pa' ver si le meto el hombro a eso.

De la ciudad, no pude conocer mucho, pero lo que ví me gustó. Estuve en el MDA, en el pueblito paisa, paseé por la calles aledañas a Parque Berrio y una noche subí caminando sólo hasta el Poblado (a quién se le ocurriría poner un Centro Comercial en esa loma?).







De la gente...
Me alegró ver de nuevo al 'Maestro' del Costeñol don Arhuaco, no joda este man es un bacan!
Compartir con Anguelique fue lo mejor, gracias por aguantar a este: perezoso, tragón, cansón, indeciso, callado y poco serio personaje.

En fin, dejando atrás los frijolitos(yummi), los paseos en metro y muchas cosas más.
Bogotá también me recibió con su vestido gris (el que más le luce), y de una me puso en las manos y espalda todo el trabajo del que pretendia haberme podido escapar.

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