sábado, 16 de enero de 2010

Praia do Forte - Salvador

Estado de Brasil: Bahía
Tiempo pedaleado: 05:50:07
Kilómetros recorridos: 84.57
Tiempo total pedaleado: 339:43
Kilómetros total recorridos: 3696.7

Me levanté temprano, alisté todo y me senté en internet a buscar dónde quedarme en Salvador, el contacto que me había dado Fabricio al parecer peleó con la esposa y tenía, creo yo, más problemas que resolver relacionados con su propio hospedaje.

Desayuné como se debe: papaya, banano, granola, pan y jugo de cajá.

Monté todo en la bicicleta y esperar a que escampara, el cielo amaneció cubierto y como a las ocho empezó a llover.

Salí del hostal a las nueve de la mañana, la verdad no estaba muy preocupado pues la distancia no era muy grande. 55km. Salí otra vez a encontrarme con la linha verde.

Luego de un par de kilómetros, no sé si por que el cielo estaba cerrado o por que la carretera parecía una autopista gringa, o por que los avisos publicitarios a lado y lado de la carretera no me decían nada, sentí que no sabia dónde estaba.

La verdad no sé como explicarme, el no saber dónde estaba, no tenía nada que ver con que desconociera que estaba en Brasil, era más bien como si me sintiera un extraterrestre que mira un Mundo nuevo y encuentra todo tan extraño, tan ajeno.

En fin, la sensación afortunadamente no duró mucho y luego de la parada técnica por gasolina: jugo de mango y pan de queso. Seguí pedaleando por la Estrada do Coco.

Lauro de Freitas, los primeros barrios de Salvador y luego un aviso: Centro Histórico 28km. Lo que en principio podría considerarse nada grave. Solo que esta visión estaba acompañada de un aguacero. Igual no había de otra que seguir pedaleando, si paraba me iba a enfriar e iba ser peor.

'Porra', escuché varias veces decir mientras pedaleaba bajo la lluvia. Era la exclamación de sorpresa de la gente al verme con tanto peso y pedaleando bajo la lluvia.

Finalmente llegué hasta la entrada del Pelorinho, el más conocido de los barrios de Salvador; que es como la Candelaria de por acá. Busqué un lugar dónde dormir, bañarme y cambiarme la ropa mojada.

Luego salí en busca del almuerzo, a dar una vuelta y a 'combinar' con Laurent que llegaba esa tarde a Salvador también para armar plan para por la noche.

Fuimos a comer y luego nos sentamos en un bar en una esquina a escuchar música en vivo acompañado de unas caipirinhas.

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