martes, 8 de septiembre de 2009

Manaus

Manaus fué la confirmación parcial de la enigmática sentencia de Cristiano (un amigo brasilero que vivió unos meses en Colombia): "Los colombianos son más brasileros que los brasileros".

Manaus no tiene nada que envidiarle (desgraciadamente) a ninguna ciudad colombiana en lo que al caos respecta: Vendedores ambulantes, trancones, vendedores en los buses, taxistas abusivos, etc. Se siente uno "como en casa", sólo que con gente hablando en otro idioma y un calor insoportable.

Pero seamos justos Manaus también tiene lo suyo. El centro histórico esta lleno de construcciones de la época de la "borracha", cuando el caucho le trajo a la ciudad la prósperidad necesaria para convertirla en la ciudad más grande del norte de Brasil.

El teatro Amazonas, con todos sus materiales importados desde Europa, el Palacio de Justicia, el Puerto y otras construcciones por ahí, son dignas de ver.

También me gustaron mucho los parques públicos, que aunque extrañamente escasos, tienen toda la riqueza de un lugar en la selva. En uno de ellos, el Parque de Mindú, tuve la fortuna de ver a unar de Jacares (caimanes) y un perezoso. Este último lo pude ver a menos de un metro de distancia meientras atravezaba lentamente una calle.

Finalmente, pero no por eso menos importante, hay que hablar de las personas. Tuve la fortuna de encontrarme con Samara, una "manuarense", que me regaló un poco de su tiempo para mostrarme su ciudad. Con ella visitamos (ella estaba alojando a dos muchachas del país Vazco) la "praia da lua", que se crea en las márgenes del rio negro durante el invierno [*], al cumpleaños de uno de sus amigos, a almorzar en su casa y al Parque de Mindú.

Ella, su familia y amigos fueron para mi una muestra de esas características que representan para mi al brasilero: calidez, frescura, picardia.

Creo que el oir "Fique a bondade" siempre traerá para mi la reminiscensia de buenas cosas.

[*] Acá, al contrario del resto del Brasil, la temporada de invierno se caracteriza por ser seca. En verano, el calor extremo hace que se evapore más agua y por tanto llueva mucho más.

1 comentario:

Sic Faciunt Omnes dijo...

Me parece que ya va bien en el viaje. ¿Qué era antes esa casa llena de vegetación?