miércoles, 30 de diciembre de 2009

Porto de Pedras - Maceio

Estado de Brasil: Alagoas
Tiempo pedaleado: 07:01:30
Kilómetros recorridos: 82.38
Tiempo total pedaleado: 296:48
Kilómetros total recorridos: 3093.91

Sali de Porto de Pedras un poco tarde, después del paseo de rigor por la playa y un desayuno bien trancao: carne y yuca cocinada.

Cogi por la autopista de la playa...

Y todo fue bien hasta que llegué a ún punto por dónde no podía pasar. Tuve que empujar la bicicleta un kilometro y poco ente las piedras que poblaban la playa, lo bueno fué que encontré una salida de agua dulce entre las "falesías" y me pude dar un baño fresco para refrescarme; luego de salir al otro lado, sólo quedaba la carretera.


Llamé a Calaça, quién me recibiría en Maceio y el me dió algunas intrucciones para llegar a un punto de encuentro. Sólo que nos entendimos mal y terminé dando una vuelta enorme por la ciudad. Al final nos encontramos a las 6.00 de la tarde, montamos la bicicleta en el carro y nos fuimos para su casa.

Ahí conocí a toda la familia probé el Sururu y bueno, luego a descansar.

Por acá pasaré el año nuevo.

Puntos de Experiencia 2009

Se acerca el fin de año y llevo días pensando en cuál sería mi compilación de puntos de experiencia para este año. Sin lugar a dudas el haber emprendido este viaje se lleva buena parte de los puntos aunque más importante, creo, han sido las ideas relacionadas con lo "definitivo y lo temporal", inspiradas (pero no restringidas) a la lectura del libro de Javier.

Definitivos y/o temporales acá van algunos hechos:

  • Fui y volví al cañón de Chicamocha (mi primera "odisea")
  • Viví con A. los momentos previos a mi muerte (Hace un año, pensando en el viaje, llegué a la conclusión de que este viaje iba a ser la muerte de un yo).
  • Morí (dejé a mi familia, mis amigos y mucho de lo que me "definía", atrás para pedalear de más en busca de lo que no se me había perdido)
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre lo que es "necesario"
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre la humildad
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre la sencillez
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre cuáles son "mis límites"
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) a vivir el presente
  • Pienso de cuando en cuando en la frase de "Into the Wild": Happiness is only complete when it is shared.

Mucha gente durante el viaje me preguntaba sobre si no tenía miedo, de dónde sacaba fuerzas para continuar... de pues de mucho pensarlo (o no), concluí que la respuesta era curiosamente: no pensar.

Intentar vivir el día a día sin pensar (mucho) en el que vendrá es una experiencia liberadora; cada hecho, cada imagen se presenta de una manera tan vívida y al mismo tiempo tan transitoria que me es difícil fijar las imágenes en la memoria.

En este año nuevo hagan el intento, como Laura, cojan su bicicleta (o pónganse sus tenis de caminar) y salgan por ahí sin rumbo fijo, sin tratar de prever que viene tras la próxima esquina.

Creanme se sorprenderán.

martes, 29 de diciembre de 2009

Tamandaré - Porto de Pedras

Estado de Brasil: Pernambuco - Alagoas
Tiempo pedaleado: 04:50:26
Kilómetros recorridos: 68.09
Tiempo total pedaleado: 289:47
Kilómetros total recorridos: 3011.53

Me levanté temprano y decidí que ya que tenía pagado tanto por la posada valia la pena aprovechar un poco del lugar. Sali a dar un paseo por la playa y darme un chapuzón. Tomé un par de fotos y luego de un copioso desayuno puse pies en polvorosa.


Segui por la playa un buen trecho, luego cogi carretera y seguí mi camino hacia la división entre Pernambuco y Alagoas.

Justo después de cruzar la frontera entre los dos estados, poco antes de Maragogi iba pedaleando tranquilamente cuando una Land Rover se para al lado mio. El conductor, me empezó a hablar, al principio no le entendía, me decía que me invitaba un agua de coco, yo pues dije que si (la verdad tenía sed y calor), el señor siguió en su camioneta y pues bueno, yo creí que había entendido mal, así que seguí mi camino como si nada. Más adelante el mismo señor me estaba esperando, ahí se bajó del carro hablamos un poco y me dijo que su casa quedaba más adelante, y que quería presentarme a un amigo suyo que también era cicloturista, yo dije que bueno, y seguí en la bicicleta a mi ritmo, luego de un par de metros se vió que a mi ritmo la cosa se iba a demorar así que en un arranque de incosiendia de mi parte decidí amarrar mi bicicleta a la parte e atrás de la camioneta del señor. Todo fue bien durante los siguientes 15 minutos en dónde mateniendo el equilibrio y cordinando por el retrovisor la velocidad adecuada.

El problema fué cuando el señor me hizo la señal para girar a la izquierda, yo la interpreté tarde y pues la fuerza del carro me ganó, la bicicleta agarró por un lado y mi inercia llevó mi cuerpo hacia a otro. En menos de un segundo estaba rodando por el suelo, mis cosas regadas por la carretera y Ludmilla siendo arrastrada algunos metros.

Afortunadamente no paso nada, solo un raspon en la rodilla, un para de magulladuras en Ludmilla y bueno, además del agua de Coco me gané el almuerzo :P.

Hablamos un montón de tiempo con Luis, así se llamaba el señor. Me mostró sus bicicletas reclinables, por pocó hacemo un cambio, y bueno, ya bien alimentado (pero un poco costipado) seguí mi camino hacia el sur para llegar a Porto de Pedras.

El resto del día no tuvo mayores novedades. Al finalizar la tarde di una vuelta por Porto de Pedras y como soy buen amigo y sabía que Himura estaba de cumpleaños, pues me comí una langosta en su honor. ¿Será que la saboreo igual que yo?

lunes, 28 de diciembre de 2009

Recife - Tamandaré

Estado de Brasil: Pernambuco
Tiempo pedaleado: 09:40:07
Kilómetros recorridos: 121.14
Tiempo total pedaleado: 284:57
Kilómetros total recorridos: 2943.44

Segui las indicaciones de Joao y Joazito y segui hacia el sur hasta llegar a la "Barra de la Jangada", dónde tomé una balsa y luego continuar por la playa. La arena estaba en su punto y la pedalada por ahí no tuvo mayor inconveniente. Todo estaría bien mientras no me acercara mucho al Mar, pues por acá escondía peligrosos enemigos.

Y bueno hoy fue el día de los atajos, por tratar de cortar camino me perdi dos veces. Lo que hizo que el día que estaba planeado para terminar a las tres de la tarde finalizó a las seis de la tarde. LLegue a Tamandaré bien entra la noche, busque y busque posada pero como ya estamos en la época de 'ReveillonReveillon' (año nuevo) todo esta más caro. Pasé la noche en una posada un poco costosa para mi presupuesto, pero bueno estaba tan cansado que ni me importó.


domingo, 27 de diciembre de 2009

Recife

Joao y su familia me acogieron como um miembro mas e hicieron que mi estadía por estas tierras fuera tránquila y relajada.

Al siguiente día de llegar los acompañe al cumpleaños de la Tía Gil, la familia había organizado una fiesta sorpresa en su honor, cumplió 60 años el 26 de diciembre. La fiesta fue poco diferente de lo usual pues ellos son Bautistas, así que no hubo mucha música bailable ni trago, pero si mucha emotividad. Los hijos y sobrinos de la Tía Gil le prepararon un video con mensajes de varios amigos y familiares, cantaron y oraron en su honor. Nunca había asistido a un cumpleaños así, me conmovió.

El 24 pasar el día haciendo las llamadas de rigor, hacer un remedo de natilla (nunca había hecho natilla sin usar la receta que viene lista) y alistarse para la celebración del 24. Fuimos con Joao a la casa de unos parientes por el lado de su Papá.

Al otro día nos levantamos temprano para ir por la bicicleta de Joao a la oficina y luego salir a dar una vuelta por Recife con algunos miembros del Pedal Clube. Recorrimos todo el centro de Recife, y aunque contento con el paseo constaté que 'las ciudades se conocen caminando', almorzamos y fuí a tomar una siesta como a las tres de la tarde y dormi casi hasta las diez. Comencé a leer uno de los libros de Valdo y luego de un rato volví a dormir.

Ir a la celebración real del cumpleaños de la Tía Gil, dar otra vuelta con el Pedal Clube por Recife, paseo por Olinda con Joao y Joaozito e ir por los regalos que me hizo mi Mamá de navidad: una caramañola térmica y un sillin nuevo para la bicicleta (el que estaba usando había sufrido un accidente en Colombia y aunque me trajo hasta acá ya estaba empezando a molestar).

Así trascurrieron mis días en Recife, muchas gracias a Joao por las atenciones, ya nos veremos en otra ocasión.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Pitimbu - Recife

Estado de Brasil: Pernambuco
Tiempo pedaleado: 07:49:50
Kilómetros recorridos: 104.48
Tiempo total pedaleado: 275:17
Kilómetros total recorridos: 2822.3

Salí un poco tarde de Pitimbú esperando a que escampara un poco, me comí el desayuno con parsimonia y cuando ya era hora cogí mi impermeable y a la carretera por que no podía esperar más tiempo ahí.

La carretera aunque de piedras estaba en buen estado y aunque me llovió no terminé vuelto 'coco', solo que cuando llegué a Acaú para tomar la balsa que me llevaría al otro lado esta había salido 15 minutos antes y tenía que esperar hasta la próxima.

Entre esperar a que llegara, cargara las cosas, volviera a salir y llegara al otro lado perdí dos horas. Cuando llegué al otro lado (Carne de Vaca, que nombrecito para un pueblo) ya eran las 10 de la mañana y prácticamente no había ni comenzado el día.

Pero bueno, como de nada vale quejarse, a dar pedal y tratar de apurar el paso. Sólo que la carretera era igual a la del día anterior, muchas bajadas y subidas y yo con mi capacidad pulmonar a medias. Paré un par de veces a empujar la bicicleta otra para comprar un mango (que al final me salió regalado como otros dos de reserva para el camino) y la parada sagrada del medio día para almorzar.

Después del almuerzo llamé a Joao para avisarle que ya no llegaba al medio día y que me diera instrucciones de a dónde llegar. Me dió la dirección de su trabajo, y yo puse pies en polvorosa, salí de nuevo a la BR-101, que en este punto se vuelve mas angosta debido a las obras y sufrí mucho estrés; el costamento es casi nulo y los caminoes pasan constantemente y muy cerca de mi pequeño reino detrás de la línea blanca. Así seguí hasta Paulista dónde teniendo la oportunidad de desviarme de la 101 me fuí por la via de las playas, eran varios kilómetros más, pero mi tranquilidad lo valian, además no tenía tanto afán, Joao salia hasta las seis de la tarde y yo ya había almorzado.

Las playas de esta parte estan todas cercadas con arrecifes y estan llenas de piscinas naturales, son bastante bonitas, aunque por el clima del día no estaban en su máximo explendor.

Finalmente al finalizar la tarde llegué a Recife, pregunté por dónde llegar hasta dónde me había dicho Joao, pero gasté más tiempo del que debía y ya no iba poder llegar hasta su oficina, así que acordamos otro punto de encuentro y el pasó a buscarme en su bicicleta, recorrimos otro trecho en la ciudad y finalmente llegamos a casa. Bañarse, salir a dar una vuelta y descansar.

Por acá pasaré las fiestas navideñas y saldré de nuevo el próximo lunes.

Feliz Navidad para todos.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Joao Pessoa - Pitimbu

Estado de Brasil: Paraiba
Tiempo pedaleado: 05:20:17
Kilómetros recorridos: 58.35
Tiempo total pedaleado: 269:18
Kilómetros total recorridos: 2717.82

Salir de Joao Pessoa fué tan estresante como fácil, muchos tráfico en la hora pico; pero cuando tomamos la carreterera todo se hizo más fácil.

Mucho verde y olor a campo amenizaban la carretera, no estaba haciendo mucho calor y todo iba bien hasta que empezaron las laderas, una tras otra en columpios cada vez más profundos. Tuve subidas tan empinadas que por causa de mi no tan reciente gripa y poca capacidad pulmonar tuve que bajarme de la bicicleta un par de veces para empujar, simplemente los pulmones no me daban.

Sin embargo todo salió bastante bien y llegué sin mayores contratiempos a Pitimbú al medio día tal como lo planeado. Aquí lo único fué que nuevamente las posadas estaban muy caras (supongo que por que entre otras la temporada alta ya se acerca) y aún negociando no pude lograr un muy buen precio. Salí a almorzar y volví al hotel a tomar una siesta que duró hasta la media noche. A veces me da rabia que se me vaya el día asi.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Joao Pessoa

Luego de toda la semana estar convaleciente en la casa, comiendo, durmiendo y comiendo al final de la semana fuimos con Joao y Hadit al cierre de actividades de la escuela de Kung Fu en la que ellos practican.

Hubo demostraciones de varias técnicas y la reunión estuvo en general muy chévere.


Al dia siguiente fuimos, finalmente, con Joao a Punta Seixas, al lugar más al oriente de toda sur-america. Se siente chévere estar ahi y haber llegado por tus propios medios. Luego Joao tenía que ir para su clase de acupuntura así que yo seguí dando vueltas en la bici para desentumirme un poco y ver como me sentía para iniciar el viaje nuevamente.

Fuí bien lejos, hasta la punta de la bahia en la que esta construida Joao Pessoa y volví sin medio pulmon, pero con la seguridad que no me iba ir tan mal cuando iniciase mi viaje.

Ya luego sólo restaba arreglar las maletas y preparar todo, Recife me espera.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Joao Pessoa

El sábado fuimos con Joao y algunos amigos al centro a ver algo del Centro Histórico, tomamos las fotos de rigor, almorzarmos y luego fuimos a rematar en la playa con un par de cervecitas.



Luego a la casa a hacer un poco de roña y luego de nuevo para la calle al Bar do Bahiano a reunirse con otros amigos y comer algo.


Todo estuvo muy chávere hasta que me empecé a sentir un poco mal. Pregunté a los muchachos si tenían panela y limón y tristemente no tenían a desarrollar los síntomas de la gripa que se veia venir.

Solo que a la final no era solo una gripa y por más aguadepanela que hubiera tomado no me hubiera mejorado.

Fiebre de 39C, mucho dolor de cabeza, descanso y muchos líquidos fueron mi pan de cada dia de ahí en adelante hasta mejorarme, luego mejorarnos, pues Joao también pesco la misma infección que yo y luego fuimos dos convalencientes en lugar de uno solo.

Cuando me sentí un poco mejor hicimos con Hadit (la novia de Joao) unas arepas con queso y una aguadepanela. No quedaron tan bien como me hubiera gustado (creo que la masa no era exáctamente la que era), pero quedaron aceptablemente bien, como para dar una idea de lo que eran.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Mamanguape - Joao Pessoa

Estado de Brasil: Río Grande do Norte
Tiempo pedaleado: 04:20:41
Kilómetros recorridos: 57.38
Tiempo total pedaleado: 263:58
Kilómetros total recorridos: 2659.47

El camino de Mamanguape a Joao Pessoa estuvo mucho mejor que el del día anterior, como ya estaba en la BR fué solo continuar pedaleando por ahí.

Ya las laderas del dia anterior no eran sorpresa y por fortuna buena parte del recorrido todavía estaba en obras así que no hubo mucho problema con los carros.

Luego llamar a Joao para avisar dónde estaba y pedir indicaciones y atravesar la ciudad entera hasta llegar al punto de encuentro.

Pegar un baño, comer un poco de Lasaña que habían guardado para mi y descansar un poco. Por la noche ir por algo para comer y luego dormir como los angelitos que mañana hay que conocer la ciudad.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Pipa - Mamanguape

Estado de Brasil: Río Grande do Norte
Tiempo pedaleado: 08:15:08
Kilómetros recorridos: 88.56
Tiempo total pedaleado: 259:37
Kilómetros total recorridos: 2602.09

Hoy no debí haber salido de Pipa, hoy estuvo lleno de 'pequeños percances'. Primero saliendo de Pipa a Ludmilla le dio hipo, y salta cada dos o tres pedaleadas (yo se lo atribuyo a una pequeña caída que tuvo le día que llegamos a Pipa en la playa antes de coger la balsa), luego llovió (aunque esto no es realmente malo por que refrescó un poco), y casi, casi para finalizar por culpa de mi pereza Ludmilla tenía los zapatos de arena para un día de sólo asfalto (lo que hace que yo requiera hacer casi el doble de fuerza para avanzar lo mismo).

Igual así avanzamos con normalidad hasta Canguaretama, ahí por causa del calor, me tomé una agua de coco e hice el recambio de agua para continuar el viaje. Un par de kilómetros y la BR 101 que había conocido como un bebe en Touros hasta Natal ya se convirtió en toda una señora autopista, dos carriles bien amplios con miras a convertirse en cuatro.

Por las obras de expansión de la BR tuve casi todo el camino un carril doble sólo para mi, lo único es que entre el hipo de Ludmilla y sus zapatos de arena, yo la verdad no estaba con mucha disposición para andar... y menos cuando empiezo a descubrir las 'laderas' que me había contado Edinara que iba a encontrar. Subidas laaargas y empinadas que no estaban en mi agenda y que me hicieron bajar de la bicicleta para empujar un par de veces.

La hora del almuerzo me pesco en la mitad de la BR sin ningún restaurante a kilómetros a la redonda, así que tocó echarle mano a las provisiones, tres bananos que me dio Edinara y un yogur sobre calentado que había comprado el día anterior. Así se entretuvo el estómago hasta que descubrió que bananos + yogur sobre calentado + agua de coco + vitamina de banano (leche, banano, salvado de trigo, etc) no hacían una buena combinación en mi aparato digestivo, resultado una pesadez, que ni pa' que les cuento.

Ya en este punto, ya solo quería una máquina de teletransportación para llegar hasta Mamanguape, pero nada, como esa vaina todavía no se la han inventado me tocó dar pedal y dejar de quejarme tanto, quién quita las cosas de pronto mejoraran más adelante, ¿no?.

Y mejoraron un poco si, más adelante les pedí un poco de agua a unos obreros que trabajaban en la vía, me dieron agua sí y además me encimaron un pedazo de 'rapadura' (panela) que inyectó un poco de energía al cuerpo, aunque no alivió la pesadez, pero eso también se iba a solucionar después, más adelante terminando la última ladera de esta parte del camino había una hilera de puestos que vendían piña y agua de coco; se veían ahí tan desolados en medio de la nada que decidí que iba a tomar algo en el último puesto. Realmente nunca he sido amante de la piña, pero la necesidad tiene cara de perro, así que cuando me dijeron que lo único que había era piña, pues me tocó imaginarme en el otro significado de la expresión 'chupar piña' a ver si me sabia mas rico. Pregunté cuanto costaba: R$1, así que dije 'ta' y el señor saca una piña de la nevera de icopor su cuchillo capa marranos y empieza a pelar ¡la piña entera!, yo me imaginaba que iba a dar una rodajita no más. Y así terminé comiéndome, creo que por primera vez en mi vida de adolescente-adulto, una piña entera; estaba deliciosa, dulce, jugosa. Terminé de comérmela y curiosamente empecé a sentir alivió en mi pesadez estomacal, entonces recordé que uno de los profesores de portugués que tuvimos en Somos más nos había dicho que cuando uno fuera a ir a un rodizio tenía que pedir jugo de piña, pues ayudaba a disolver la carne... si la piña ayuda a disolver la carne, ¿Cómo no iba a poder con un par de bananos, un yogur y una vitamina?

Así, con una sensación de levedad me dispuse a hacer los 20Km que me quedaban. Pedal, pedal, pedal y a lo lejos una placa que indica un retorno, brillo de alegría en los ojos pues esas placas solo aparecen cuando resta un kilómetro no más, pedal, pedal, pedal... Mananguape 10km. ¿¡Qué!? una bromita de la carretera. Todas los anteriores retornos anunciados sólo con un kilómetro de anticipación y justo el mio lo anuncian con 10. Renegar un poco, reírse de las ironías de la vida y pedalear media hora más, por que que se le va hacer.

Buscar una posada, dormir un poco, salir por algo de comer y volver para ver como el día se cerraba con broche de oro: el cuarto estaba infestado de mosquitos, tanto así que me tocó sacar mi mosquitero para dormir debajo.

Mañana poco más de 60Km y estoy en Joao Pessoa.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Pipa

Hoy salimos con Edinara temprano a dar una vuelta en bici, Edinara se ofreció a mostrarme el camino por el cuál he de salir mañana hacia Mamanguape.

Tomamos por un camino destapado con subidas y bajadas en las que Edinara me dejó votado, como ella bien dijo: usted esta compiendo conmigo en mi terreno, pero luego de un rato le cogí el ritmo. Luego salimos por a la carretera y nos dirigimos hacia Sibaúma, ahí Edinara me mostró por dónde debía seguir mañana y emprendimos el camino de vuelta, no por dónde vinimos sino por un camino destapado sobre unos acantilados al lado del mar.

La vista desde ahí es hermosa, el contraste de las falésias con el mar en las primeras horas de la mañana es espectacular. Lo único es que el camino esta realmente malo. Edinara estaba sorprendida, la última vez que ella había pasado por ahí (unas trese semanas atrás) estaba transitable, hoy el camino estaba lleno de arena fofa que no permitía andar más de un metro sobre la bicicleta, nos tocó empujar por lo menos un kilómetro.

Edinara me explicaba que esto es resultado de la falta de control de los organismos correspondientes para impedir que hayan construcciones y tránsito de vehículos pesados en estos caminos que no estan hechos para eso. El dinero como siempre puede más que las normas y ahí muy cerca de los acantilados de las falésias estan construyendo varios resorts que estan ocasionando la erosión acelerada de la zona. Es triste ver eso.

Llegamos a Pipa, y luego de tomarnos una vitamina cada quién se puso a hacer lo suyo, yo dormí un poco, luego fui a chequear algunas cosas en internet y luego me fuí a dar vueltas por ahí para tomar algunas fotos.

Ya mañana de nuevo al pedal

martes, 8 de diciembre de 2009

Pipa

Hoy me levanté temprano y trabajé un poco desayuné un yogurt que había comprado anoche y salí a ver si Edinara había escrito algo, para mi sorpresa había escrito justo unos minutos antes que yo llegara y me decía que tenía que salir hacia otro pueblo y que sólo regresaría hasta la tarde y que me buscaría en la posada.

Así que a conocer Pipa y esperar que por la tarde logremos encontrarnos finalmente con Edinara.

Volví a la posada, avisé que iba a dejar las cosas hasta el final de la tarde y que por favor no me cobraran otra noche más, almorzar y luego a caminar por las playas.

Pipa es realmente hermoso, no por nada es uno de los destinos turísticos por excelencia en el nordeste brasilero, las falésias, el color del agua, la forma de la bahia lo hacen un lugar verdaderamente paradisiaco, aunque no muy amigable para el mochilero, pues por acá todo es muy caro.

En fin, como venía diciendo, hice el paseo por las playas me eché una siestesita al abrigo de las falésias y fuí a ver si Edianara había escrito algo... nada. Volver a la posada a sacar mis cosas y esperar a que Edinara apareciera. Las cuatro, las cinco, las seis... nada. Al final terminé preguntándole al muchacho de la posada si no había visto a un señora así, asá, y que cosas el sabía dónde vivia, o al menos pensaba saber, así que con Ludmilla a la calle a buscar el lugar.

Llegamos y reconocí la casa gracias a una foto de Sekiji, no podía haber pierde, lo único era que no había nadie y habia que esperar de nuevo.

Luego de media hora llegó Edinara, charlamos un poco y me enseño mi cuarto y me explicó dónde quedaba todo, contiguo a su casa hay un camping (El Camping da Pipa) que ella administra. Ella se fué a dormir y yo a buscar algo que comer, eso si sin dejar de marcar para el dia siguiente un paseo en bicicleta por los alrededores.

Va ser chévere volver a montar en bici con álguien, no salgo así acompañado desde Mossoró con Djanilson.